RESUMEN
El síndrome de fístula perilinfática (SFPL) incluye síntomas
de vértigo periférico, acufeno e hipoacusia. Sin embargo,
el “signo de fístula” o de “Hennebert” es lo más característico:
aparición de nistagmo al aumentar la presión en el
CAE. Estos síntomas y signos aparecen cuando existe una
comunicación entre el espacio perilinfático, que rodea al
laberinto membranoso y el oído medio, generalmente a
través de la membrana oval, redonda o cualquier anomalía
en el laberinto óseo.
Actualmente, esta situación la observamos sistemáticamente
cuando realizamos una estapedectomía. También
es frecuente como complicación de una otitis media
colesteatomatosa, siendo mucho más raro encontrarlo en
otras situaciones como por ejemplo, tras sufrir un trauma
cráneo encefálico, un barotrauma intenso, tras la realización
de un esfuerzo físico o en el curso de inflamaciones
del oído medio tanto agudas, como crónicas. Las malformaciones
congénitas constituyen el otro gran grupo de
rarezas en las que puede aparecer un SFPL.
En este artículo aportamos un caso de SFPL en una
paciente joven sin antecedentes, en la que aparecieron
los síntomas y signos de manera brusca, intensa y sin
causa aparente. Revisamos la literatura sobre el tema
SFPL encontrando numerosas publicaciones respecto a las
etiologías más comunes, pero focalizamos nuestra atención
en aquellas que han sido consideradas idiopáticas,
dudosas o de etiología desconocida, llegando a la conclusión
de que probablemente una malformación congénita
de oído interno, que ha pasado desapercibida debida a
su mínima expresión, se esconde detrás. Malformaciones
tales como anomalías en las ventanas, dehiscencias y fístulas
de canales semicirculares, tanto superior como lateral.
Destacamos las peculiaridades de su clínica, la posible
repercusión en la calidad de vida del paciente y especialmente
las posibles complicaciones como pérdida auditiva
y, mucho más grave, meningitis. En consecuencia, valoramos
las mejores técnicas de diagnóstico y la mejor actitud
terapéutica.